Del caos al entendimiento: 4 mitos sobre la ansiedad que necesitas cuestionar

En mi post llamado “Termodinámica y Psicología” hablé sobre la aceptación en el caos. Hoy quiero profundizar en este tema hablando sobre la ansiedad.

Me encuentro leyendo el libro “L’anxiété apprivoisée”, que en español sería algo así como “Ansiedad domesticada” de las psicólogas Amélie Seidah e Isabelle Geninet. Es un libro que se publicó en 2021 y, a través de una búsqueda rápida por internet, no encontré si ya estaba traducido al español.

El libro es muy amigable y fácil de entender para cualquier persona. Al inicio, compara nuestra psicología y nuestros comportamientos con la mecánica de un auto. Explica a través de analogías las partes de esta “mecánica psicológica” y cómo interactúan cuatro elementos importantes: La sensación física, la emoción, el pensamiento y nuestro comportamiento.

Lo bueno del libro es que puede ser una buena inversión para alguien que está sufriendo de ansiedad y no le gusta, en un inicio, la idea de gastar mucho dinero en psicólogos, ya que el libro tiene muchas actividades en cada capítulo que te acompañan para ayudarte a entender y adquirir mejor los conocimientos. Intenta ser una guía para transformar el estrés en un recurso positivo.

Pero como mencioné anteriormente, solo lo he encontrado en Amazon en francés, aunque una solución sería comprarlo y leerlo usando Google Translate a través de su función de “cámara”, que te permite traducir de forma inmediata en tiempo real sin tener que transcribir nada.

Yo pude encontrar este libro en la biblioteca y quería compartir algunas reflexiones de cuando leí la parte sobre los 4 mitos sobre la ansiedad:

🚫 Mito 1: No existen las emociones “positivas” ni “negativas”

Creo que es un punto importante porque generalmente desde niños nos enseñan a través de un “condicionamiento operante”. Esta teoría de B.F. Skinner, con un enfoque conductista de la psicología, habla sobre premiar las conductas “deseables” para un niño y castigar las «indeseables». Esto nos orienta a pensar que el mundo tiene dos polos: blanco y negro.

Pero con las emociones, tener este enfoque no nos permite trabajar con nuestra mente, ya que para poder disminuir la ansiedad, debemos considerar todas nuestras emociones como aceptables y “legítimas”, independientemente de lo desagradables que puedan llegar a ser. Es necesario entender y normalizar que “está bien no estar bien”.

Por lo tanto, es importante cambiar estos conceptos y aprender que las emociones no tienen un blanco y negro, solo pueden ser más o menos desagradables.

😟 Mito 2: Sentirse ansioso es anormal

Hablemos primero de las emociones, como ya aclaramos, no existen buenas ni malas, solo podemos mencionar que unas son más agradables que otras. Y, a pesar de que la ansiedad no es una emoción (podría decirse que es más bien un pensamiento), sí podemos afirmar que generalmente se percibe como una sensación muy desagradable.

El libro menciona algo que, a mi parecer, es muy importante: “La ansiedad también se puede percibir como un signo de debilidad, fracaso o patología”. Esto es muy importante porque hay gente muy perfeccionista que, al combinar estos pensamientos se hacen mucho daño a sí mismas, pensando que la ansiedad tiene que ver con sus competencias, su inteligencia, sus capacidades o su fuerza de carácter, pero no tiene nada que ver con estas.

Lo importante aquí es nuestra propia percepción de lo que llamamos “ansiedad”. Esto me recuerda una charla TED que vi hace un tiempo de una psicóloga que explica de manera muy didáctica “Cómo convertir al estrés en tu mejor amigo”:

🕒 Mito 3: La ansiedad no desaparece

El libro te llama a percibir la ansiedad como un momento transitorio. Ya que, por alguna razón, cuando experimentamos alegría, gratitud u orgullo, sentimos que son estados efímeros, que se van más rápido de lo que nos gustaría. Pero sabemos que podemos “volver” a estar felices y pasar un momento agradable nuevamente.

¿Por qué pensamos que la ansiedad no será lo mismo? ¿Por qué nos quedamos en el sufrimiento de creer que nunca se irá?

Debemos entender que la ansiedad también es transitoria, como el enojo o la tristeza. Los síntomas no están presentes todo el tiempo o pueden variar en intensidad durante el día.

Creo que entender este punto es importante para los momentos más «agudos», para cuando estamos en una crisis de angustia o ansiedad, con esta primicia podemos estar seguros de que esto no durará y así como tuvo un inicio tendrá un final.

🎯 Mito 4: Tienes que controlar tu ansiedad para “funcionar”

Creo que ha sido un acierto poner este mito como el último de la lista, ya que involucra todos los demás puntos. Si pensamos que la ansiedad es anormal, patológica o una debilidad, es normal querer “eliminarla” y “luchar” contra ella.

Es importante también elegir bien las palabras cuando se habla sobre la ansiedad. Es común ver en internet frases como: “¡Necesito gestionar mejor mi ansiedad!” o “Debería poder controlar mejor estos síntomas”. Incluyendo también las fotografías de personas en redes sociales que entregan la idea o la noción de que el rendimiento, la apariencia y la eficiencia son omnipresentes. Constantemente nos comparamos con otros que parecen menos preocupados, menos ansiosos o menos paralizados por sus miedos.

Esto nos lleva a pensar que debemos “controlar” nuestra ansiedad primero para poder “ser exitosos” o para poder hacer eso que queremos. Pero eso no es verdad. Muchos famosos hablan de que incluso antes de subirse a un escenario tienen miedos y ansiedades, pero actúan de todas maneras y todo va bien. Esto también me recordó una charla motivacional de Will Smith donde relata su experiencia saltando en paracaídas. No solo aprenderás una lección, sino también te reirás mucho con sus actuaciones:

💡 Reflexión final: Reconciliarnos con nuestras emociones

Creo que este tipo de libros y reflexiones son una buena manera de reconciliarnos con nuestras emociones. Para ACEPTAR esos momentos de crisis y caos cambiando nuestras percepciones.

A veces solo necesitamos una mirada diferente para entender que no estamos rotos, solo estamos aprendiendo a vivir con más conciencia.

Si alguna vez te has sentido sobrepasado, incómodo o incluso derrotado por la ansiedad, quiero que sepas que no estás solo. No necesitas tenerlo todo bajo control para avanzar.

🧠 Conexión con neurociencia

Por último, ¿sabías que la ansiedad puede afectar tu cerebro? Es increíble pensar que un pensamiento o una actitud —cosas que parecen «no materiales»— puedan tener un impacto físico en nuestro cerebro. Por eso, es importante entender que todo está conectado: nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Del mismo modo, mantenernos positivos y expresar en palabras lo que sentimos nos ayuda a aclarar y aliviar nuestro sufrimiento, lo que también tiene un efecto positivo a nivel cerebral.

Te comparto un video de la neurocientífica Nazareth Castellanos, a quien ya he mencionado en posts anteriores. En este video explica la importancia de una parte de nuestro cerebro llamada “amígdala”, y cómo su «tamaño» puede verse afectado por nuestras emociones. A su vez, esta estructura también puede influir en nuestro comportamiento.

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