Guía básica sobre el colágeno

Existen aproximadamente 20 tipos de colágenos en nuestro cuerpo, con ubicaciones y funciones muy distintas entre sí. Son parte de una tipo de tejido muy importante llamado “tejido conjuntivo” o “tejido conectivo” el cuál nos ayuda a mantener el cuerpo conectado, como dice su nombre, entre nuestra piel y todo lo que está pasando en nuestro interior. Algo así como la jalea en un postre de gelatina rellena con frutas.

El colágeno esta compuesto por aminoácidos, dentro de los cuales encontramos la glicina, prolina e hidroxiprolina. Estos aminoácidos, al unirse van formando una cadena que se va haciendo más grande y adquiere el nombre de proteína. Es bastante parecido a lo que pasa con un collar de perlas.

Ross, M. H., & Pawlina, W. (2015). Ross. Histología: Texto y Atlas. LWW.

Esta proteína se va juntando con otras lo que permite ir formando la gran y compleja estructura del colágeno.

Como había mencionado anteriormente, existen distintos tipos de colágeno, entre ellos, el más importantes es el colágeno tipo I, que se encuentra en el tejido conectivo de la piel, los huesos, tendones, ligamentos, dentina, entre otras estructuras, siendo aproximadamente el 90% del colágeno del organismo. Tiene la función de proveer resistencia a fuerzas, tensiones y estiramientos.

La importancia de su función ha sido blanco de investigaciones para poder mantener esta capacidad en nuestro cuerpo por más tiempo, tanto como en el mundo deportivo como cosmetológico, es una sustancia que siempre está presente en los debates científicos.

Según las últimas revisiones sistemáticas publicadas se ha visto que existen efectos beneficiosos del colágeno sobre los parámetros de salud de la piel, incluidos la humedad, la elasticidad, el número de arrugas, la sequedad, entre otros. Además de no encontrar efectos adversos con la suplementación oral.

Dentro de los efectos beneficiosos encontramos, la estimulación de la producción del colágeno en la piel, la inducción de células T reguladoras (Tregs) y macrófagos M2 favoreciendo el recambio de la piel. También se ha encontrado que suplementos de gelatina y vitamina C (15 g de gelatina + 50 mg de vitamina C) aumentó la producción de colágeno in vitro y duplicó la producción de colágeno tipo I (esto último debe ser acompañado con una buena rutina de ejercicios para la estimulación la síntesis, lo que podría desempeñar un papel beneficioso en la prevención de lesiones y la reparación de tejidos).

50mg de vitamina C corresponden a 100g de naranjas, frutillas, clementinas, guayabas, kiwi y limón.

Según algunas investigaciones se ha visto un probable beneficio con aproximadamente 10g de colágeno hidrolizado al día para aumentar el grosor del cartílago en pacientes con osteoartritis y disminuir el dolor de rodilla en deportistas.

  • de Miranda, R.B., Weimer, P. and Rossi, R.C. (2021), Effects of hydrolyzed collagen supplementation on skin aging: a systematic review and meta-analysis. Int J Dermatol, 60: 1449-1461. https://doi.org/10.1111/ijd.15518
  • Giraldo-Vallejo, J. E., Cardona-Guzmán, M. Á., Rodríguez-Alcivar, E. J., Kočí, J., Petro, J. L., Kreider, R. B., Cannataro, R., & Bonilla, D. A. (2023). Nutritional Strategies in the Rehabilitation of Musculoskeletal Injuries in Athletes: A Systematic Integrative Review. Nutrients15(4), 819. https://doi.org/10.3390/nu15040819
  • Barati M, Jabbari M, Navekar R, et al. Collagen supplementation for skin health: A mechanistic systematic review. J Cosmet Dermatol. 2020; 19: 2820–2829. https://doi.org/10.1111/jocd.13435

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