Termodinámica y Psicología

Decidí pausar mi vida académica durante un año para comenzar nuevos proyectos en mi vida personal, pero una parte de mí se sentía culpable ya que pensaba que no le estaba dedicando tanto esfuerzo y sacrificio a mi carrera con esta decisión. Pensé que era una persona «débil» por no poder afrontar ambas cosas, mis proyectos personales y académicos al mismo tiempo, o al menos eso pensaba de mí hasta hace unos pocos días.

Estas últimas semanas experimenté una serie de eventos (tal vez no muy significativos) pero que resonaron en mí, para pensar en la idea que dio origen a este post. Mi concepto puede sonar simple y repetitivo: “Aceptar y vivir el presente”, pero realmente entenderlo y practicarlo puede ser más complicado de lo que parece.

Para crear este post, fui iluminada gracias a la combinación de la última serie coreana romántica que ví en Netflix, un libro de práctica médica y fisiología y una charla con una psicóloga.

Comencemos de atrás hacia adelante.

1. La palabra que cambió todo 🙏

Encontré la oportunidad de tener una videollamada de prueba de 30 minutos con una psicóloga que estaba promocionando sus terapias en Instagram y quería saber si podríamos hacer «match» con ella para poder trabajar a largo plazo. Como la reunión fue rápida solo logró darme unos pequeños consejitos, pero me conversó un poco sobre la aceptación y lo importante que era este concepto para tratar a sus pacientes. Lamentablemente no hicimos match, pero al menos el concepto me quedó bailando en la consciencia, ya que aceptar mi situación actual y mis decisiones podrían ayudarme a eliminar esa culpa que sentía.

2. Una historia de amor 💖

Así que durante mi aceptación decidí distraerme con algo en Netflix. Comencé a ver la serie «Melo Movie», una serie romántica que después de ver el primer capítulo no me motivó para nada la historia, pero me quedé solo porque me llamó la atención su cinematografía. No daré «spoilers» pero encontré la serie forzada y aburrida, excepto el capítulo final, que tenía varios diálogos profundos e interesantes que mi corazón necesitaba escuchar. Me permitieron reflexionar que estaba tan enfocada en mi culpa, en el pasado, en el futuro, en «no quedarme atrás» pero intentar seguir adelante que se me olvidó (nuevamente) lo más importante: el presente. Las últimas frases de la serie trataban sobre que la vida debería ser divertida, Y aunque el día a día no es una película llena de escenas felices o impactantes, cuando disfrutas las cosas que haces y tienes una actitud de agradecimiento puedes darle sentido a cada momento y disfrutarlo, es por esto que la vida vale la pena vivirla.

Porque como dice Joan Manuel Serrat en «para vivir»:

Para vivir. Sólo vale la pena vivir para vivir. Y hacer tuyo el camino, que tuyas son las botas. Que una sonrisa pueda dar a luz tu boca. Abrázate a los vientos y cabalga los montes. que no acabe el paisaje con el horizonte. Que el sol sólo es el sol si brilla en ti. La lluvia sólo la lluvia si te moja al caer.

Termino esta sección para remarcar otro dialogo de la serie que me hizo reflexionar:

• Un personaje mayor le pregunta a un joven: ¿Qué le hace falta al amor? Y el chico no supo contestar bien, entonces el señor le dice: Al amor no le hace falta nada.

Esto me impacto porque así como la vida no necesita nada para que valga la pena, el amor tampoco.

3. Un poco de ciencia y psicología

Me encontraba leyendo un libro de fisiología que siempre tuve ganas de mirar pero no había tenido el tiempo hasta ahora. Me gusta este libro porque a pesar de que es bastante científico en su vocabulario, en las introducciones de cada capítulo comparte un poema o un poco de filosofía, lo que me hace sentir un poco más acogida.

Todo lo que he escrito anteriormente tornó mucho más sentido cuando empecé a leer el capítulo sobre la termodinámica, la ciencia que estudia cómo se comporta la energía, para entender con un ejemplo sería como la energía que emite una taza de café caliente ☕se dispersa o se enfría con el tiempo porque el calor se transfiere al aire.

La termodinámica tiene 4 leyes, pero quiero hablar sobre la segunda principalmente, la cual dice que la energía al liberarse, tiende al desorden (entropía) y que este caos aumenta con el tiempo.

Aplicado a la vida y la filosofía, esto puede tener varias interpretaciones.

🔹 Filosofía de la vida y la Segunda Ley de la Termodinámica

Nuestros sistemas y órganos tienen distintos comportamientos, y en la universidad nos enseñan el cuerpo de una manera muy «estructurada» pero la realidad es que muchas veces (más de las que quisiéramos) el cuerpo humano se comporta de manera caótica y no tendremos una respuesta fácil a un ¿Por qué?.

De hecho este caos incluso nos mantiene vivos, como por ejemplo, la energía que acumulamos al comer luego se liberara «desordenadamente» para reparar nuestro cuerpo y poder funcionar. En otro ejemplo más simple podríamos hablar de una habitación que esta limpia al inicio pero que después de un tiempo acumulará polvo (caos), hasta que alguien nuevamente ocupe energía para limpiarla.

• En la vida, mantener el equilibrio y la estabilidad requiere esfuerzo, como en nuestras relaciones o proyectos personales.

Pero a lo que voy con todo esto es que «este caos», «este desorden» o «entropía». ESTA BIEN. Tiene que pasar y debemos ACEPTAR.

Ya hablaban los hindú sobre Kali, la diosa hindú de la muerte y destrucción, aceptando el destino del caos, la necesidad de destruir elementos (catabolizar energía) para crear vida nueva. Así como escribí anteriormente, la vida está para vivirla, pero tiene un final. Todo en la vida cambia y se desgasta, nuestro cuerpo envejece, nuestra energía vital se dispersa con el tiempo y debemos aceptar el cambio para entender que debemos aprovechar cada momento.

Todo esto cambió mi manera de ver mi situación, finalmente aceptar mi situación actual y no ir en contra de mis pensamientos intrusivos me liberarían de esa gran carga que me había autoimpuesto. Porque si la entropía es inevitable, ¿por qué luchar contra ella en lugar de aprender a fluir con la vida? Es normal desarmar planes para armar otros, o dar un paso atrás para ver el cuadro completo de la obra y poder seguir pintando la obra final.